La edificación
La antigua clínica, es una construcción de 1959. Se expropió un terreno rústico para su construcción. El Ayuntamiento pagó 15000 pesetas por el terreno. En la década de los años 50, se hicieron grandes inversiones de programas de desarrollo o reconstrucción. Este es un ejemplo de estas construcciones. Otros ejemplos en el pueblo son la casa del cura, el depósito de agua o la fuente del pueblo. Todas ellas usaron como material el granito de las canteras de la sierra. Esto destacó en su momento ya que era diferente a la piedra tradicional de construcción.
La figura del médico
La figura del médico rural ya viene regulada desde finales del s.XIX. Anteriormente, en el mundo rural, había una ley que obligaba a los ayuntamientos a contratar a médicos que asistiesen a los enfermos sin recursos y promover la Salud Pública. En 1944 los doctores se habían convertido en funcionarios del Estado aunque los alcaldes continuaban siendo sus superiores jerárquicos.
Carmen Uceda, vecina del pueblo, no recuerda ya si el Estado pagaba al médico, pero si recuerda que le pagaban mensualmente una iguala entre los vecinos. El alguacil se encargaba de recoger el dinero de cada vecino y les entregaba un recibo de pago. Ademas de este pago entre los vecinos era habitual hacerle regalos.
El uso de la casa
Carmen Uceda, vecina del pueblo, recuerda que el médico vivía en la planta de arriba y el consultorio estaba en la planta de abajo.
En la planta de abajo de la casa, en la zona de los arcos, vivía Don Fernando, procedente de Fuente el Saz. Era el Secretario del ayuntamiento. Compartía las tareas de Secretario entre Horcajo de la Sierra y La Acebeda. En el pueblo de La Acebeda trabajaba dos días a la semana, y esos días iba hasta allí andando. Son unos 6 kilómetros.
Actualmente ha sido restaurada y rehabilitada. Tras dejar de ser usada por el médico, tuvo un uso de alojamiento turístico y actualmente son viviendas de alquiler social del Ayuntamiento.
Desde 1986, la antigua Casa del Médico cuenta con una protección dentro del Catálogo de Bienes Protegidos del Ayuntamiento de Horcajo de la Sierra.
Memoria histórica
Raúl Andrés Martín, ex-alcalde de Horcajo de la Sierra, tras 22 años en activo, recuerda de esta casa: «El hecho de que la Nacional I pasase por nuestro municipio, y la cantidad de accidentes que se producían antes de la construcción de la A1, dio situaciones insólitas para una pequeña clínica como la nuestra. De hecho, hay camioneros enterrados aquí en el cementerio antiguo, junto a la iglesia, que murieron en accidente de carretera. O bien era muy caro llevarlos a su país o no se les reclamó, pero alguno fue enterrado aquí. De un camionero que fue enterrado aquí apareció a los 25 o 30 años su familia para recuperar el cuerpo. No sabíamos cómo hacerlo, como organizar las licencias, los permisos… Fue curioso porque estábamos con el juez de paz y tardamos bastante, cuando llegamos a la tabla fuimos sacando los huesos con el pincel para meterlos en un cofrecito. Se lo llevaron para enterrar en otro sitio. Los jueces de paz tenían más funciones en esos años. Mismamente hace 30 años el juez de paz tenía que levantar el cadáver al llamarle la Guardia Civil, aunque fuese a las tres de la mañana. “Virumpio el sordo”, el tío de Goyito, que fue muchos años juez de paz, fue en muchas ocasiones a levantar cadáveres de accidentes de Tráfico en la Nacional. En aquellos años alguna vez tuvimos los cadáveres en depósito aquí. Una vez se mataron unos franceses en pleno verano en la carretera. La casa del médico era el único sitio un poco habilitado. Como no venían a por los cuerpos llegaron a estar una semana ahí en las camillas, sin hielo ni nada. No había medios. Pasabas por la calle y se olía. Los tiempos, desde 1980 han avanzado mucho. El Municipio era mucho más autónomo para resolver todo tipo de asuntos”.
Memoria histórica
Félix Bermejo recuerda que el que inauguró la Clínica fue el alcalde de Horcajuelo. Un día sentado en las Navas apoyó su mano sobre una víbora que le picó.
Memoria histórica
Oferta de farmacia en Horcajo de la Sierra en 1922:
En la publicación de La Farmacia Española el 15 de mayo de 1922 aparece la vacante de la farmacia en Horcajo de la Sierra («Pueblo sano, aunque frío, con automóvil diario a la capital», «Produce 4500 pesetas por igualas y titular, con escaso gasto y poco trabajo»). Es interesante que en octubre del mismo año se mantiene el anuncio. Se supone que debía ser difícil encontrar un farmaceútico interesado. La botica estaba situada aquí.
Carmen Uceda, vecina del pueblo, recuerda que su abuelo Ramón compró el edificio de la botica como casa antes de la Guerra Civil. Quizás este anuncio nunca llegó a conseguir un farmaceútico.
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