El pilón de la reguera se construyó durante la posguerra. Se utilizaba como abrevadero para el ganado.
La reguera de Aoslos llega desde el municipio de La Acebeda. Se utilizaba para regar huertos y prados de ganado. Actualmente está abandonada por las discusiones entre regantes que finalizó las tareas anuales de mantenimiento. En su momento, “hacer la reguera” era una tarea comunal en la que se limpiaba anualmente el canal de agua desde su origen. Ese día se aprovechaba para coger peces del río.
Tras aprovechar su agua en este pilón pasaba junto a la fragua, donde su agua también era útil para las tareas del herrero. Continuaba su recorrido hacia huertos y prados por la otra parte del pueblo. Los vecinos recogían su agua hasta la década de los 50 cuando se construye el depósito de agua antes de entrar la reguera en el pueblo. Este depósito de agua, como toda la infraestructura creada en esa década es de granito. Funcionó hasta que se firma en la década de los 80 el convenio de suministro de agua con el Canal de Isabel II, construyendo un nuevo depósito moderno al lado del que existía de la década de los 50, en esta ocasión, de cemento.
Aquí pasa también el Cordel de la Pasadilla. Los cordeles forman parte de la red de vías pecuarias. Se denominan cordeles porque su ancho es menor de 37,5 metros de anchura. En la foto de cañadas en nuestro municipio aparece resaltado en color púrpura.
Hasta fechas recientes (alrededor de 1930) vecinos de Horcajo de la Sierra- Aoslos han acompañado a las ovejas merinas a pasar el invierno a las más cálidas tierras de Extremadura con pastos más abundantes. Desde 1994 se encuentra en recuperación “La fiesta de la Trashumancia” y en otoño los rebaños atraviesan incluso la ciudad de Madrid. Desde el 2018, la asociación “Los Apisquillos” baja sus ovejas durante el invierno desde La Puebla de la Sierra a la Casa de Campo.
Memoria histórica
Fuente de la Cañada:
El sonido de la fuente, la vida fluyendo en el agua,
La sombra de los chopos, la leche de las cántaras.
Las mujeres de rodillas lavando sobre su tabla,
la ropa en los matorrales al sol de la clara mañana.
El ruido de los animales: cerdos, ovejas y vacas.
Los botijos refrecándose. El descanso de la jornada.
Ahora la fuente, seca, sin animales, sin agua.
Sin viejos bajo sus sombras.
Sin la sed de las gargantas.
(poesía de Jose Luis Hernán Gamo)
Dibujo de Jose Luis Hernán Gamo
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